El Comité de Justicia y Paz de Denver (DJPC) es una organización de base que promueve los derechos humanos y la justicia económica y ambiental a través de la educación y el activismo no violento para apoyar a comunidades que buscan justicia para todas las personas. Nos solidarizamos con los pueblos de las Américas, particularmente con las comunidades oprimidas en América Latina.

Foto de un protesto

Nuestros valores:

  • Nos esforzamos por alcanzar justicia social, económica y ambiental.
  • Apoyamos las luchas de los pueblos indígenas para mantener su integridad cultural al interactuar con el mundo en general.
  • Reconocemos el impacto destructivo de las industrias extractivas no reguladas y apoyamos los esfuerzos de las comunidades afectadas para tomar el control local de la regulación de dichas industrias y limitar el impacto de la minería y la perforación.
  • Apoyamos a quienes buscan un cambio sistémico en las condiciones que contribuyen a la injusticia y la violencia en las Américas y el Sur Global.
  • Fomentamos la concientización de nuestro propio papel en la perpetuación de los sistemas de explotación y amenazas a los derechos humanos. Creemos que podemos aprender de otras culturas y valorar las lecciones aprendidas a partir de nuestra colaboración con nuestros vecinos y aliados.

 

Lo que hacemos:

  • Recibimos oradores invitados, patrocinamos foros educativos regulares y publicamos artículos breves.
  • Realizamos actividades de divulgación a través de eventos comunitarios y charlas públicas.
  • Contactamos y nos reunimos con representantes políticos y corporativos para discutir políticas alternativas y estrategias de desarrollo.
  • Dirigimos delegaciones a áreas donde los derechos humanos están amenazados para ser testimonio de violaciones de derechos humanos y colaboramos con instituciones académicas y socios comunitarios con fines educativos.
  • Realizamos acciones directas a través de protestas públicas y marchas y nos unimos en coalición con otras organizaciones en la defensa de los derechos humanos en América Latina y otros.

 

Más de cuatro décadas de Solidaridad, 1976 – 2022.

DJPC se fundó a finales de 1976 en respuesta al Llamado a la Acción de los Obispos Católicos Nacionales. DJPC se expandió y constituyó en 1979, como una organización interreligiosa basada en membresía que aborda la injusticia global en los países en desarrollo. Uno de sus primeros proyectos fue participar en el boicot internacional de la Corporación Nestlé por su comercialización poco ética de fórmulas infantiles en el mundo en desarrollo (ver foto). En 1984, DJPC apoyó una campaña contra Western Airlines por su cooperación en la deportación de Salvadoreños. Poco después, DJPC promovió una campaña para declarar a la Ciudad de Denver un santuario para los refugiados centroamericanos. Durante el resto de la década y hasta el presente, DJPC ha seguido trabajando en solidaridad con la gente de América Latina patrocinando programas educativos, presionando a los funcionarios electos y promoviendo campañas de acción. En 1996, cuando Guatemala firmó los Acuerdos de Paz después de años de genocidio, DJPC comenzó a patrocinar a personas llamadas «acompañantes» cuya protección de testigos con los mayas continúa hasta el día de hoy, a través de la organización nacional llamada NISGUA.

El Comité de Justicia y Paz de Denver (DJPC) es una organización de base que promueve los derechos humanos y la justicia económica y ambiental a través de la educación y el activismo no violento para apoyar a comunidades que buscan justicia para todas las personas. Nos solidarizamos con los pueblos de las Américas, particularmente con las comunidades oprimidas en América Latina.

Foto de un protesto

Nuestros valores:

  • Nos esforzamos por alcanzar justicia social, económica y ambiental.
  • Apoyamos las luchas de los pueblos indígenas para mantener su integridad cultural al interactuar con el mundo en general.
  • Reconocemos el impacto destructivo de las industrias extractivas no reguladas y apoyamos los esfuerzos de las comunidades afectadas para tomar el control local de la regulación de dichas industrias y limitar el impacto de la minería y la perforación.
  • Apoyamos a quienes buscan un cambio sistémico en las condiciones que contribuyen a la injusticia y la violencia en las Américas y el Sur Global.
  • Fomentamos la concientización de nuestro propio papel en la perpetuación de los sistemas de explotación y amenazas a los derechos humanos. Creemos que podemos aprender de otras culturas y valorar las lecciones aprendidas a partir de nuestra colaboración con nuestros vecinos y aliados.

 

Lo que hacemos:

  • Recibimos oradores invitados, patrocinamos foros educativos regulares y publicamos artículos breves.
  • Realizamos actividades de divulgación a través de eventos comunitarios y charlas públicas.
  • Contactamos y nos reunimos con representantes políticos y corporativos para discutir políticas alternativas y estrategias de desarrollo.
  • Dirigimos delegaciones a áreas donde los derechos humanos están amenazados para ser testimonio de violaciones de derechos humanos y colaboramos con instituciones académicas y socios comunitarios con fines educativos.
  • Realizamos acciones directas a través de protestas públicas y marchas y nos unimos en coalición con otras organizaciones en la defensa de los derechos humanos en América Latina y otros.

 

Más de cuatro décadas de Solidaridad, 1976 – 2018.

DJPC se fundó a finales de 1976 en respuesta al Llamado a la Acción de los Obispos Católicos Nacionales. DJPC se expandió y constituyó en 1979, como una organización interreligiosa basada en membresía que aborda la injusticia global en los países en desarrollo. Uno de sus primeros proyectos fue participar en el boicot internacional de la Corporación Nestlé por su comercialización poco ética de fórmulas infantiles en el mundo en desarrollo (ver foto). En 1984, DJPC apoyó una campaña contra Western Airlines por su cooperación en la deportación de Salvadoreños. Poco después, DJPC promovió una campaña para declarar a la Ciudad de Denver un santuario para los refugiados centroamericanos. Durante el resto de la década y hasta el presente, DJPC ha seguido trabajando en solidaridad con la gente de América Latina patrocinando programas educativos, presionando a los funcionarios electos y promoviendo campañas de acción. En 1996, cuando Guatemala firmó los Acuerdos de Paz después de años de genocidio, DJPC comenzó a patrocinar a personas llamadas «acompañantes» cuya protección de testigos con los mayas continúa hasta el día de hoy, a través de la organización nacional llamada NISGUA.

 

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